El equilibrio entre cuidarte y aceptarte
- ifernandezarencibi
- 10 oct
- 2 Min. de lectura
Hoy quiero compartirte una reflexión personal desde mi consulta; donde se mezclan la razón y el corazón. Quiero que encuentres en Atexá el sitio al que a mí misma me gustaría llegar.
Cada vez que pienso en qué publicar, qué mostrar de mi trabajo o cómo comunicar lo que hago… me paro. Me paro porque no es fácil.
Vivimos rodeados de imágenes perfectas, de estándares inalcanzables, de filtros que borran lo que nos hace únicos. Y yo, que me dedico a la estética, podría parecer que formo parte de ese mundo.
Pero no. No quiero eso.

Soy enfermera. Y eso significa que mi vocación no es solo mejorar la apariencia de tu piel o ayudarte a sentirte mejor con tu cuerpo. Mi vocación, mi deber y mi compromiso es cuidar de ti. De tu salud. De tu bienestar. De lo que no se ve también.
Porque cuando alguien entra a mi consulta, no solo veo una zona a tratar. Veo una historia. Veo a alguien que se ha mirado al espejo muchas veces con dudas, con miedos, con inseguridades… o simplemente con ganas de verse mejor por dentro y por fuera. Y esa confianza es algo que no me tomo a la ligera.
Y es ahí donde aparece el dilema.
¿Cómo promuevo lo que hago sin reforzar los complejos que tanto daño nos hacen? ¿Cómo muestro un tratamiento sin que alguien del otro lado sienta que “debería” hacerse algo? ¿Dónde está la línea entre cuidarse y cambiarse?
No siempre es fácil encontrar esa respuesta. Pero lo que sí tengo claro es que nunca voy a cruzar el límite de poner en riesgo tu salud, ni alimentar una inseguridad para ganar una paciente.
Yo no trabajo así. Yo estoy aquí para cuidarte, para escucharte y para decirte la verdad, incluso si eso significa no hacerte un tratamiento.
Porque no tienes que ser otra para gustarte. No tienes que perseguir un ideal imposible. No tienes que encajar en ningún molde. Y si algún día decides que quieres mejorar algo, que sea porque tú lo has elegido. Desde el amor, no desde la presión.
Quiero que sepas que puedes venir a mi consulta con la certeza de que voy a priorizarte. Siempre. Desde una limpieza facial hasta el tratamiento más avanzado. Lo que importa es cómo te sientes tú.
Y si decides no hacerte nada, también está bien. Tu valor no depende de tu piel, ni de tu rostro, ni de tu cuerpo. Tu valor está en quién eres.
Gracias por dejarme formar parte de tu proceso. Por confiar en mí. Por permitir que la dermoestética, la medicina estética y sobre todo Atexá también sean un espacio de verdad, de empatía y de respeto.
Nos vemos en consulta




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